SAN
JUAN DE LA CRUZ
NOCHE
OSCURA
SEPTUAGESIMOCUARTA
ENTREGA
LIBRO SEGUNDO
DE LA NOCHE OSCURA,
TRÁTASE DE LA MÁS ÍNTIMA PURGACIÓN, QUE ES LA SEGUNDA NOCHE (PASIVA) DEL
ESPÍRITU.
CAPÍTULO 25
En
que brevemente se declara la tercera canción.
Canción
tercera
En
la noche dichosa,
en
secreto, que nadie me veía,
ni
yo miraba cosa
sin
otra luz y guía
sino
la que en el corazón ardía.
1 / Continuando todavía
el alma la metáfora y semejanza de la noche temporal en esta suya espiritual,
va todavía contando y engrandeciendo las buenas propiedades que hay en ella, y
que por medio de ella halló y llevó, para que breve y seguramente consiguiese
su deseado fin; de las cuales aquí pone tres:
2 / La primera dice que en esta dichosa Noche de contemplación lleva Dios el
alma por tan solitario y secreto modo de contemplación, y tan remoto y ajeno
del sentido, que cosa ninguna perteneciente a él, ni toque de criatura, alcanza
a llegarle al alma, de manera que la estorbase y detuviese en el camino de la
unión de amor.
3 / La segunda propiedad que dice es por
causa de las tinieblas espirituales de esta Noche, en que todas las potencias
de la parte superior del alma están a oscuras; no mirando el alma ni pudiendo
mirar en nada, no se detiene en nada fuera de Dios para ir a Él, por cuanto va
libre de los obstáculos de formas y figuras y de las aprehensiones naturales,
que son las que suelen empachar el alma para no se unir en el siempre ser de
Dios.
4 / La tercera es que, aunque ni va arrimada
a ninguna particular luz interior del entendimiento ni a alguna guía exterior
para recibir satisfacción de ella en este alto camino, teniéndola privada de
todo esto estas oscuras tinieblas, pero el amor solo que en este tiempo arde,
solicitando el corazón por el Amado,
es el que guía y mueve el alma entonces
y la hace volar a su Dios por el camino de la soledad, sin ella saber
cómo ni de qué manera.
Síguese el verso
En
la noche dichosa
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