IDA VITALE
“ESCRIBIR ES UNA
FORMA DE COLMAR LOS VACÍOS DE LA VIDA”
por Inés Martín
Rodrigo
(ABC
/ 6-6-2017)
«Supongo
que poeta», responde Ida Vitale (Montevideo, 1923) al ser
preguntada si prefiere ese término o el de poetisa. Lo hace en el transcurso de
una conversación que tiene lugar en la Residencia de
Estudiantes de Madrid, donde esta tarde presentará sus tres
últimos libros. Su visita a España tiene que ver, una vez más, con un nuevo
reconocimiento. En este caso, el premio internacional de poesía Federico García Lorca, que la semana pasada
recibió en Granada. Mañana pone rumbo a París, donde la espera el galardón Max
Jacob, que lleva el nombre de uno de sus «amores franceses».
Y,
sin embargo, en ella no hay ni rastro de vanidad. «Ser humilde es más o menos
normal. Lo contrario es asombroso, porque uno nunca tiene la conciencia total
de lo que ha escrito. La vanidad entra en el caso de las enfermedades»,
asegura, con esa mezcla suya de franqueza y fina ironía. En ese punto, reconoce
que el mejor consejo para escribir poesía es aquello que decía Juan Ramón: escribir y guardar, olvidarse de
lo que uno escribió, verlo como de otro y, sobre eso, corregir. «Hay que
considerar lo que uno escribe como si fuera ajeno. Cuando llegas a la vejez,
puedes empezar a pensar si estarás escribiendo igual que antes, mejor o peor.
Uno siempre escribe con un cierto estado de ánimo al que hay que ser fiel».
Ella reconoce que ahora
escribe menos, «pero puede ser por prudencia», y no lo hace todos los días.
«Nunca he podido ser rigurosa. Sería una complicación más tener que estar
sometida a una ley propia. Las propias puedes eliminarlas, ya hay demasiadas
leyes de fuera», remata, con humor.
El misterio de
escribir
A fin de cuentas,
como recuerda, «la poesía es bastante misteriosa» y, aunque «es más concreta
que la novela», es difícil explicar por qué uno escribe. «Yo trato de ponerme
de espaldas a la Historia, porque es bastante terrible y prolongarla en los
poemas no sé si sería lo mejor. No sé para qué, ni por qué, qué sé yo… Supongo
que es una manera de colmar la vida, colmar los vacíos de la vida», reflexiona,
con la mirada clavada en la memoria, que es la materia de la que están hechos
sus poemas.
Y si escribir es un
misterio, que te lean, en este mundo nuestro, es casi un milagro. «La gente lee
menos poesía. Pero la poesía exige un poco más de esfuerzo, sobre todo si no es
muy plana. La novela entretiene, es más fotográfica». Aunque, como bien matiza
la poeta uruguaya, «hay novelas o textos en prosa que pueden marcarte para toda
la vida».
Vitale reconoce que
el mundo intelectual, ese del que lleva toda una vida formando parte, se va,
poco a poco, degradando. Pero es que, según ella, «asistimos a una degradación
del mundo». «Si miras lo que está pasando en todos lados, es de apaga y
vámonos. No sé qué va a pasar en Europa, estoy pasmada de lo que pasó en
EE.UU.», remata, y vuelve a recuperar la sonrisa.
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