ENCUENTRO
CON LA SOMBRA
(El poder del lado oscuro de la
naturaleza humana)
Carl
G. Jung / Joseph Campbell.
ll
/ Marie-Louise von Franz / Robert Bly / Ken Wilber / Nathaniel Branden / Sam
Keen / Larry Dossey / Rollo May
/ M. Scott Peck / James Hillman / John Bradshaw y otros.
Edición
a cargo de Connie Zweig y Jeremia Abrams.
CIENTOSEPTUAGESIMOPRIMERA
ENTREGA
DÉCIMA PARTE
RECUPERAR NUESTRO LADO OSCURO
MEDIANTE LA INTUICIÓN, EL ARTE Y EL RITUAL
Si
existe una forma de ser mejor consiste en verlo todo del peor modo posible.
THOMAS HARDY
Quien ha integrado su propia sombra
emana calma y se muestra más apenado que airado. Si los antiguos están en lo
cierto, la sombra no sólo contiene información sino que también encierra
inteligencia y energía. Es por ello que quien ha integrado su propia sombra
dispone de más energía e inteligencia que quien no lo ha hecho así.
ROBERT
BLY
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón.
Y las doradas abejas
iban fabricando en él
con las amarguras viejas
blanca cera y dulce miel.
ANTONIO
MACHADO
Si permites que lo que está en tu
interior se manifieste, eso te salvará. Si no lo haces te destruirá.
JESÚS
INTRODUCCIÓN (1)
No
existe ninguna triquiñuela mental, ningún método fácil para integrar nuestro
lado oscuro. Para llegar a integrar a la sombra es necesario realizar un
esfuerzo laborioso y prolongado, un esfuerzo que exige todo nuestro compromiso
y toda nuestra atención y el apoyo afectuoso de otras personas que hayan
recorrido ya ese tramo del camino.
Integrar
la sombra no significa relegarla a la oscuridad del inconsciente y dedicar todo
nuestro empeño a alcanzar la iluminación -como parecen preconizar ciertas
tradiciones orientales- ni tampoco supone -como afirman los practicantes de la
magia negra y el satanismo- ensombrecer nuestra conciencia y rendirnos a los
poderes de la oscuridad.
Para
reapropiarnos de nuestra propia sombra debemos, por el contrario, aceptar todo
lo que hemos reprimido y, de ese modo, ampliar y profundizar nuestra
conciencia. Según la analista Barbara Hannah, Jung decía que nuestra conciencia
es como un bote que flota en la superficie del inconsciente:
Cada fragmento de la sombra que
recuperamos tiene su propio peso específico, un peso que termina lastrando el
barco de nuestra conciencia. Bien podríamos decir, por consiguiente, que el
trabajo con la sombra consiste en estabilizar adecuadamente el lastre de
nuestro bote ya que si el lastre es muy ligero nos veremos arrastrados por la
corriente y nos alejaremos de la realidad convirtiéndonos, por así decirlo, en
una nube inmaterial que flota a la deriva; pero si, por el contrario, la
cargamos en exceso, correremos el peligro de zozobrar.
Trabajar
con la sombra nos obliga a adoptar otros puntos de vista, a responder a las
demandas de la vida con nuestras cualidades menos desarrolladas, con nuestras
facetas más instintivas y experimentar, en fin, en carne propia, lo que Jung
denominaba la tensión de los opuestos -el bien y el mal, lo correcto y lo
erróneo, la luz y la oscuridad.
El
trabajo con la sombra nos obliga a iluminar los rincones más oscuros de nuestra
mente, allí donde escondemos nuestros secretos más vergonzosos y amordazamos
nuestros impulsos más violentos. Para trabajar con la sombra debemos estar
dispuestos a examinar sinceramente lo que ocurre con ese amante que nos seduce
y a quien idealizamos, con ese individuo que tanto nos exaspera y nos irrita,
con ese grupo religioso o étnico que nos aterra o nos cautiva. Trabajar con la
sombra supone, en fin, estar dispuestos a iniciar un diálogo interno que puede
fomentar nuestra propia aceptación y despertar una compasión real por todos
nuestros semejantes.
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