HUGO GIOVANETTI VIOLA
HABEMUS CIELO
DOS: ME SOBRA CORAZÓN
DECIMOSEGUNDA ENTREGA
5
Beto terminó de hablar
por teléfono un rato largo con Poli y anunció con un humor filoso:
-Me parece que el asado
vas a terminar haciéndolo vos, mamá. Porque las damas recién salieron a comprar
el vestido de comunión.
-¿Comunión?
-Es que mi suegra
quiere sacarse las ganas de usar el traje blanco que le prohibieron ponerse
cuando era chiquita.
-Bueno, es una linda
locura -se contuvo de sacar otro cigarrillo la mujer endémicamente despeinada. -
Supongo
que Brenda conocerá esa especie de Padrenuestro que inventó la chiquilina de la
novela. Después tendríamos que traducirlo y lo cuelgo en la pared. Me hizo
erizar.
-Pero no creo que en
alemán conserve esa frescura infantil. Porque eso es una verdadera invocación
al Espíritu Santo.
-Una epíclesis.
-Mirá cómo te acordás de tus épocas católicas.
-De las bendiciones y de las torturas no te olvidás
nunca. Y en la iglesia de mi pueblo el cura creía más en el Führer que en
Cristo.
-Yo siempre le digo a
Poli que en este país hasta Mozart tuvo que perdonar a Dios -clavó horizontalmente
el arco del violín en la media tarde amarilla Beto. -Algún día voy a contarte
cómo le hice sentir la epíclesis a mi futura esposa, pero tengo miedo que
pienses que soy tan degenerado como papá.
-Entonces no me lo
cuentes.
-Pero lo que te va a
encantar es la oración de Thomas Merton que le enseñó el famoso tío Jerónimo a
Poli.
-¿Y quién es Merton?
-Un tremendo escritor inglés
trapense que murió electrocutado por un ventilador. Termina así: Tu claridad es mi oscuridad; yo no sé nada
de ti, y por mí mismo, ni puedo imaginar cómo hacer para conocerte. Si yo te
imaginara estaría equivocado, si te comprendiera estaría engañado, si quedara
consciente y cierto de que te conozco sería loco. La oscuridad me basta.
-A mí también. Aunque
ahora estoy demasiado contenta como para sentirme a oscuras. ¿Y por qué se
suicidó el famoso tío Jerónimo?
-El doctor Rabí piensa
que dar la vida no es lo mismo que
suicidarse -se aplastó el sudor de la calva incipiente con las dos manos Beto.
-Y estoy seguro de que esa historia también te va a parecer más degenerada que
santa.
-Pobre Brenda. Y pensar
que a mí me obligaron a tomar la comunión con el cura admirador del Fhürer.
Entonces el hombre que
había terminado de perder la vista a los dieciocho años murmuró dulcemente:
-Lo que importa es la
epíclesis.
6
-La foto del Penitente
me la trajo mi sobrino un rato después que vos saliste para el aeropuerto
-explicó Michita en el skype. -Pero terminá de contarme lo de los vestidos. Me
imagino que al final vas a elegir uno largo.
-Claro. Poli piensa
casarse de largo, también -contempló sedosamente su celular la actriz de ojos
dorados.
-Sería tan lindo que
pudiéramos viajar juntas a Viena cuando nazca tu nieto.
-Capaz que nos animamos
-arrimó el pecho izquierdo Brenda a la pantalla. -No te podés imaginar las
palpitaciones que se me acaban de desbocar viendo a Pirín y a Jerónimo tan
llenos de sol, como dice la zamba.
-El sábado vamos a ir
con Abel a regalarle una copia de tu foto a Olga, porque ella no quiere ni oír
hablar de los celulares.
-Igual que Pirín.
-Mi esposito no
soportaba ninguna clase de teléfono. Aunque ella dice que el día que cumplió
los 101 la llamaron de tantas partes del mundo que terminó furiosa.
-Lógico -se acomodó la
corona de bucles helénicos Brenda. -Ayer Poli me mostró unas fotos increíbles.
Imaginate a Olga Pierri y a Álvaro Pierri bajando una pirámide mexicana de
culo, porque después que subieron se dieron cuenta de que no podían soportar el
vértigo. Y tiene otra preciosa con Leo Brouwer.
-Le va a encantar tu
look.
-¿Vos sabés lo que la
mantiene viva a Olga Pierri? Que ella siempre se las arregló para perdonar en serio. Y mirá que el machaje
le dejó el corazón hecho carne picada. El machaje y ainda mais.
-Sí. Abel me cuenta las
que pasó con los carlevarianos -sacó una hoja ya amarillenta la vieja-paloma de
adentro de una Biblia. -Ayer encontré algo escrito por Pirín que nunca me
mostró. Y tiene título y todo, como si fuera un poema: Mi pura verdad. Y abajo dice: Hay
muchísimos momentos, gracias a Dios y a la Virgen, en que me reconozco a mí
mismo recordando nada más que mis pecados. Entonces trato de volver a empezar.
Y la vida me ayuda.
-Feliz de él -se acodó
en la computadora para apretarse los párpados la mujer que irradiaba un
resplandor de Klimt. -¿Te puedo pedir que no le muestres la foto del aeropuerto
al gordo?
-Es que ya la vio.
-¿Cuándo?
-Hace un rato. Lo llamé
para mostrarle la del Penitente y él se ofreció para escanéarmela.
-Pobre corazón
/ que no encuentra su cordura -cantó frotándose el pecho Brenda.
-¿Te sentís mal?
-No. Pero
lamentablemente mi pura verdad es que
debo ser la mujer más rencorosa del mundo. Perdoname, Michita.
-No te preocupes, que
yo a lo que nos hace decir el diablo ni le presto atención.
7
Doris terminó de desembolsar
el carbón y antes de colocar la parrilla sobre la barbacoa suspiró:
-Por lo menos tus suegros fueron felices unos
cuantos años y criaron bien a los hijos.
-El doctor dice que
ella fue una madre extraordinaria. Y Poli y Senel siempre se quisieron mucho,
aunque tengan sus líos. El problema es el hermano de Brenda.
-¿Cuántos años fue que
estuvo preso?
-Me parece que diez -se
acercó casi con gula a una fila de macetas el hombre-muchacho de córneas
neblinosas. -Che, tu amiga es una florista de palacio. Acá debe haber más
variedades de claveles que en el Belvedere.
-El hermano de Brenda
peleó con los tupamaros. En Europa se
hicieron famosísimos después de aquella película de Costa-Gavras: se llamaba Estado de sitio y actuaba Yves Montand,
me acuerdo. Estuvo muy de moda. Tu padre los admira más que a los montoneros.
-Pero mi suegro me
contó que toda aquella revolución nunca
pasó de ser una guerrilla organizada por intelectuales y que ahora terminaron
formando una coalición de gobierno con la masonería progresista que le hace el
juego a los norteamericanos.
-Y pensar que en
aquella película secuestraban y mataban a un torturador norteamericano -logró
formar llama Doris.
-Sí. Y después les pasó
a lo mismo que a los nicaragüenses. Le pouvoir avant toute chose.
-Pero si hasta yo me
doy cuenta que ese presidente que parece una comadreja y está candidateado para
el Nobel de la Paz es más infantiloide que tu padre, aunque se haga el viejo
sabio.
-Poli le tiene asco.
-¿Y vos te creés que
los políticos nuestros son mucho mejores? -puso a asar dos pulpones la mujer de
transparencia filosa como el ágata.
-Por lo menos acá Jesús
es Mozart.
-No entiendo.
-La noche que el doctor
Rabí asó los costillares me contó que cuando se ennoviaron con Brenda lo
primero que le aclaró ella fue que en la casa no creían en Dios pero que Jesús
era el tupamaro preso. Y eso que el
Uruguay es el país más cristofóbico de
América.
Doris dejó de soplar
las brasas y sacó mecánicamente un cigarrillo.
-¿Pero no prometiste que
por hoy no ibas a seguirte envenenando? -manoteó su bastón blanco Beto, después
de escuchar la apertura de la cajilla.
-No te preocupes. Me lo
cuelgo apagado como un chupete, nomás.
-Lo que también hay que
entender es que los rioplatenses no tienen a ningún Mozart que les rompa el
cielorraso de vez en cuando, madre. Y con Gardel no alcanza.
-Pero si Mozart nunca
pasó de ser un pobre diablo.
-Y sin embargo no se
olvidó de los colores el mundo y sabía que abrir
el cielo a cada rato iba a costarle todo. Lo mismo que a Jesús.
8
-Es el mismo bungalow
que le prestaron a mi suegra cuando nos comprometimos -le explicó Poli a su
madre mientras subían al metro.
-¿Y es un barrio muy
caro?
-No. Vendría a ser una
especie de pedazo de balneario organizado como un club y edificado en la parte alta
de la ciudad. Doris está ahorrando para comprar el bungalow de al lado porque
las casas de veraneo de los pueblos cuestan un huevo.
-Esta foto me hace
acordar al final de Belleza americana -se
puso los lentes para concentrarse en el celular Brenda. -Mirá si Jerónimo no
parece Kevin Spacey después que lo asesinan: es casi una sonrisa que te llega del cielo.
-Hace poco le conté el
argumento de la película a Beto y me dijo que llegar a esa clase de iluminatio fue lo único que le importó
de verdad a Mozart en toda su vida.
-¿Sabés que el otro día
me dieron ganas de volver a releer Franny
y Zooey y hasta se lo regalé a la psicóloga?
-Pa. No te imaginás lo
bien traducida que está en alemán.
Entonces la mujer de
melena dorada le empezó a dar besos en la barriga a su hija de complexión
infantil y al final murmuró:
-Enseñale a perdonar en serio desde que nazca, nena.
-Lo que nunca te conté
es que el año pasado me animé a tocar Aranjuez
recién después que Beto me hizo entender que el segundo movimiento nunca me
había salido como yo quería porque Rodrigo lo escribió cuando la mujer estaba
agonizando después de parir un hijo muerto y él tuvo que cagarse literalmente en Dios hasta que al final lo oyó. Igual que Job. Y es tal cual:
Pierri lo toca así. Y entonces metí garra salado y al final pude oírlo.
-Ta -se endureció
Brenda. -Ahora me estás hablando como tu hermano el cura.
-El que te hablaba así
era mi tío -chilló la guitarrista mientras se levantaban para bajarse. -Y vos
podrás seguir pensando lo que se te cante, pero yo ahora reconozco que decir que
Jerónimo se mató es ponerse tan estúpido como cuando Borges preguntaba por qué
los cristianos creían en un Dios suicida.
-Me parece que nosotros
nunca vamos a dejar de ser una familia de mierda -se puso los lentes negros
Brenda después que usaron la escalera mecánica para desembocar en una callecita
de cuento de hadas.
-Y vos ahora me estás
hablando con odio.
-Perdoname, mi amor. Es
que me criaron así.
-Entonces nacé de
nuevo, hermana. ¿O para qué carajo estás yendo a una psicóloga?
-Pero lo que trabajo
con la psicóloga es nada más que la manera de controlar el odio.
-Ah. ¿Y te cobra muy
caro por eso? ¿Quién te la recomendó? ¿El presidente candidato al Nobel de la
paz que jamás va a aprender a arrepentirse en público de haber sido un asesino?
-¿Vamos a terminarla?
-Ta. Este es el bungalow.
La paz contigo, madre.
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