MARCOS
DURAÑONA
LÍRICA
PARA PERDEDORES
(primera edición WEB elMontevideano Laboratorio de
Artes / 1017)
SEXTA ENTREGA
LI
Esta
nieve que cubre mi campo.
La
frenética cara del fantasma y la dulce sonrisa
de
la afilada princesa.
Enmascarando
la fuente y el fruto de la hermética verdad
que
está latente como carne viva
como
ascua al viento.
Desapareciendo
en breves pedazos de denso recuerdo.
LII
El abrazo de la
serpiente
La
lengua bífida del alma negra
me
conduce siseando por tierras secas.
Su
risa detiene la oscuridad
y
pateo la fiera hasta su hueco
no
le cedo terreno.
LIII
Y
uno está sentado en el banco frío
tranquilizado
por la luz falsa del neón.
Y
uno solo
porque
sabe lo que hizo.
Y
merece la soledad y el silencio.
LIV
Al Manco
Cielo
rojo sobre mi poema
dame
otra razón para morir.
Si
mi amigo el manco no me abandona
brillaremos
en paz sobre mi espinerío.
LV
Veo
zanjas doradas
donde
podría dormirme
toda
la vida.
En
esta cucha
hay
mucho hedor acumulado
y
no calorcito de verdad.
LVI
Caras
sonrientes
de
brillo espectacular
escupiendo
chorros
quebrando
el mármol.
Un
pájaro mueve una cadena
esmaltada
en vinagre.
Y
las moscas se preparan
para
la batalla.
Sólo
toca esperar.
LVII
Mis
puños cuajados bailan
en
el verde sustento.
Fiera
tinta alimentada
palabras
más palabras más palabras
y
con esa lengua vergonzosamente violenta
partiste
el pan para los dos.
Mito
de sombra
que
tengo atrás del cráneo
que
mendiga como un niño
la
bella heroína de la vida:
juventud.
Vena
laja sangrante
del
río bravo que lloramos por dentro.
LVIII
A
un pájaro le brilla en el pico
el
eslabón de la cadena.
No
mendiga por pan
sino
por libertad.
Y
en la ofrenda lírica
que
libera la vida agonizante
cae
bailando
plumas
de plata.
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