DIEGO NASER
“SIN LA OSSODRE NO HABRÍA BALLET NACIONAL”
(El País / TV Show /
29-10-2017)
Con 36 años, Naser se convirtió en el
nuevo director de la Orquesta Sinfónica del Sodre, tras la salida de Martín
García. Para Naser es una coincidencia que tenga la misma edad que el primer
director de la orquesta, Lamberto Baldi. Si bien partició en la Ossodre como
músico, “me parece paradójico que la primera vez que la dirija va a ser como su
director titular”, dijo a El País.
¿Cómo
ve su nuevo lugar de trabajo?
Se pueden mejorar muchas cosas desde
el punto de vista artístico, pero hay algunos temas de fondo que son de la
gestión que son importantes de resolver. Y no están lejos de resolverse,
mientras uno se pare desde un lado constructivo de buscar soluciones y no poner
problemas a cada solución. Soluciones hay. Al Sodre si bien se lo conecta con
problemas, por otro lado hay que reconocer que el Sodre nunca tuvo tanta
visibilidad.
Es
tema de conversación...
Eso es muy interesante, y revela lo
importante que es para el país. Muestra un montón de situaciones que son
altamente positivas. Estamos en un momento donde podemos lograr cambios
históricos para la institución y donde hay también apoyo político para
lograrlo. Puede pasar que si a uno le dan la sartén por el mango a veces se
marea o se desbalancea, pero el Sodre tiene todo para hacer.
¿La
gente se ha olvidado de la Ossodre?
Se ha dejado un poquito en el olvido
la participación que ha tenido en el crecimiento de los cuerpos estables,
directamente en el ballet.
¿La
orquesta es el corazón del Sodre?
Si no existiera la Ossodre no habría
ballet porque hay obras que no las podés hacer sin orquesta. No podrías tener
conciertos corales, operas, conciertos sinfónicos, nada. Y están la Orquesta
Juvenil y el conjunto de música de cámara está a cargo de la Orquesta.
Entonces, ubiquémonos en esa situación, la Ossodre fue el primer cuerpo estable
por lo que estamos en una situación muy positiva. Tenemos el Ballet que está
haciendo una carrera fabulosa, ha tenido un crecimiento exponencial vertiginoso
en mucho sentido. Tenemos todo para ganar.
Las
instituciones son tan buenas como sus personas.
Va por ahí. Para eso se necesita la
colaboración de la gente e informar con datos históricos. Hay que bajar la
pelota y hablar de las cosas que importan. Tenemos un Auditorio envidiable, un
ballet que viaja por el mundo, una Orquesta Juvenil que toca por el mundo, una
orquesta sinfónica que te prepara un ballet, una ópera, un concierto sinfónico
en dos semanas, es una hazaña eso. Y entiendo el peso de la responsabilidad.
Va a
ser el articulador.
Voy a ser el nexo entre los cuerpos,
que es lo que le falta al mundo, comunicación. Ya no puede ser decir: “yo
quiero hacer esto o aquello”, sino “qué vamos a hacer”. Porque no se puede
entender el ballet independiente de la orquesta ni al revés, todos dependemos
de todos. Y la gloria de la institución y del ballet va a impactar en la gloria
de la orquesta, es obvio. El ballet no puede bailar sin orquesta, es así. Lo
mismo con el coro, necesitamos que funcione y el coro funciona. A nadie le
gusta estar en una institución chueca. Como si tuvieras un hospital,
cardiología te anda bárbaro, ¿pero si te agarrás una pulmonía y se te mueren
todos los pacientes? No. Entonces no seas malo, el Sodre es una institución
enorme y por suerte los tiempos institucionales no responden a los personales.
¿Eso
no genera lentitud a la hora de tomar decisiones?
Si y no. Hace siete años no hablabas
del ballet, y hoy tenés un ballet bailando por todo el mundo. Eso no lo hace
solo una persona. Si eso no es dinamismo. Lo mismo con el Auditorio Nacional.
Los
tiempos son lentos...
No lo veo así. Si lo vas a comparar
con el tiempo personal donde decís, a este lo echaría ya, sí, son lentísimos.
Pero por suerte, porque mañana podes ser vos el echado y el Estado te provee de
ciertos elementos que te protegen. Que de repente tenés un sindicato que se le
va un poco, o mucho, la mano, no lo voy a negar. Pero por lo menos no estamos
en el Lejano Oeste: la gente tiene derechos. Prefiero pelearme porque te
echaron y no querés irte a pelearme porque te echaron, te dejaron en la calle,
no sabés por qué lo hicieron y te trataron como un esclavo. Europa no apunta a
ese modelo tampoco. Trabajé muchos años allá y no se apunta a un “te uso te
tiro”. Y una orquesta es como un vino, lo añejás, lo educás, lo criás, lo
tratás bien y tenés una sonoridad diferente. Una orquesta o un cuerpo de baile
es un cuerpo vivo, cambia. ¿Pensás que un artista trabaja igual si se le murió
el padre o si viene de un cumpleaños de 15? El cuerpo estable es la sumatoria
de todos esos ánimos. Es un grupo humano y sin cintura podés tener crisis que
en realidad no son tales.
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