JOAQUIN PHOENIX
“AMO MI VIDA”
por Rodrigo Munizaga
(CULTO / 2-10-2019)
En
conversación con Vanity Fair, el actor habló de veganismo, de su familia
hippie y de su fallecido hermano River. También de cómo preparó su rol para
Joker —desde este jueves en cines—, bajando 23 kilos y mirando películas de
Buster Keaton, además de un tenso rodaje junto a Robert de Niro.
Joaquin Phoenix (44) rara vez da una entrevista larga y personal. Salvo
las obligadas promocionales de la película de turno donde actúa —en las que se
limita a hablar de ellas—, es conocido por mantener en privado todo lo
estrictamente personal y no suele pronunciar siquiera el nombre de su fallecido
hermano River, un icono de la generación X que murió de una sobredosis de
drogas.
Pero este 2019, Phoenix se ha mostrado más mediático que de costumbre:
durante el reciente Festival de Venecia, donde fue el estreno mundial de Joker,
se mostró feliz junto a su novia Rooney Mara (a quien conoció en el rodaje
de Her, en 2013, aunque iniciaron una relación tres años después) y
una foto de ambos, vestidos de etiqueta, en modo romántico y arriba de una
lancha hacia el Lido, se convirtió en postal de glamour. Ahora, la edición de
noviembre de la revista Vanity Fair constata que el actor pasa
por un momento luminoso.
“Amo mi vida”, le dice el actor al periodista —en una crónica que va
acompañada de espectaculares fotos con Phoenix de chaqueta y corbata, adentro
del agua y saltando—, que parte contando cómo en 1977, y cuando tenía tres
años, se hizo vegano: su familia iba en un buque de carga, con destino a Miami
desde Venezuela y luego de abandonar sus vidas como misioneros y seguidores de
la secta cristiana “Los hijos de Dios”, con la que viajaban por toda
Latinoamérica (por eso Joaquin nació en Costa Rica), cuando los cuatro hermanos
—River, Joaquin, Rain y Liberty, porque Summer aún no nacía— vieron con espanto
cómo la tripulación azotaba peces contra el suelo para luego comerlos. En ese
momento, cuenta el actor, se dio cuenta que los pescados que había comido
“habían sido torturados”, pese al estilo de vida hippie de sus padres y de
cantar canciones de alabanza a Dios en las calles.
“Eso fue tan violento, tan intenso. Todavía tengo el recuerdo vivo con
la cara de mi madre, tratando de justificarnos, mientras le gritábamos: ‘¿Cómo
pudiste no decirnos esto?”, recuerda Phoenix en Vanity Fair. Luego
de ese episodio, toda la familia se hizo vegana. También cuenta de sus intentos
por dejar de fumar, que viene haciéndolo desde adolescente: se sometió a
hipnosis y estuvo un tiempo sin cigarrillos, pero en Venecia recayó. “Como
realmente saludable”, dice el actor en la nota. “Realmente no me gusta la
comida chatarra. No me gustan los alimentos procesados. Pero todavía puedo
comer unas papas fritas o un maldito sándwich”, agrega.
Kilos de menos
La entrevista, que coincide con el estreno mundial de Joker —en
Chile desde este jueves en cartelera—, da paso para el actor hable de su rol de
Arthur Fleck, el hombre que termina convirtiéndose en el Guasón, luego de un
tránsito torturado y que lo hace mentalmente inestable. La cinta de Todd
Phillips, que homenajea a clásicos del cine de los 70 (como Taxi driver o El
rey de la comedia, ambas de Martin Scorsese y con Robert de Niro, quien
en Joker también actúa), obtuvo el premio a mejor película en
el Festival de Venecia y abrió un debate sobre la violencia: el propio crítico
de Vanity Fair, Richard Lawson, advirtió que “podría ser propaganda
irresponsable para los mismos hombres que patologiza”.
“No imaginé que sería algo tranquilo”, dice Joaquin Phoenix en la
entrevista a Vanity Fair sobre la reacción de algunos medios.
“Es una película difícil. De alguna manera, es bueno que la gente esté teniendo
una reacción fuerte”, agregó. Para el papel, cuenta, siguió una dieta estricta,
aconsejado por el mismo doctor que le ayudó a perder peso para The
master: 23 kilos. Después del rodaje recuperó 11 kilos. La cinta tuvo su
origen luego de que el director Todd Phillips —famoso por la comedia The
hangover— le presentara una idea de Joker a la Warner Bros, porque
el cineasta acusó que cada vez era más difícil hacer comedias incorrectas en el
Hollywood de hoy. Luego de cuatro meses de conversaciones del director con
Joaquin Phoenix en su casa (quien pidió a su madre que leyera el guión), aceptó
el rol por las características del filme, con guiños a cintas de los 70, como
dice a la revista.
“Para mí hubo un período de tiempo en el que pensamos en que todas esas
grandes películas de los años 70 no eran un género. No era así, Tarde
de perros es intensa, desgarradora y tremendamente divertida. Y esas
son las películas que amo, las que persigo hacer”, asegura. Agrega que para
desarrollar su personaje, investigó sobre narcisismo y criminología, además de
estudiar los movimientos de Buster Keaton y el actor Ray Bolger, el
espantapájaros de El mago de Oz, que inspiró la danza terrorífica
que aparece un momento de la película y del tráiler que la promociona.
¿Cómo surgió ese momento? El guión decía que el Guasón se encerraba en
un baño, luego de varios asesinatos, intentando esconder su arma. Phoenix y el
director pensaron que eso no quedaba bien y Phillips le hizo escuchar a Phoenix
música recién compuesta para Joker. El actor comenzó a bailar en un
movimiento parecido al tango y el director le pidió al camarógrafo que
comenzara a filmar con una cámara en mano, solo ellos tres, mientras suena
“Smile”, de Jimmy Durante.
Tensión con De Niro
En Joker, Robert de Niro interpreta al conductor de un
programa de entrevistas nocturno inspirado levemente en Johnny Carson y los
guiños con su rol en El rey de la comedia son evidentes. “Él
es mi actor estadounidense favorito”, dice Joaquin Phoenix a Vanity
Fair. “Tuve la impresión de que hizo cosas en una escena, ciertos
comportamientos, ciertos gestos o movimientos, estuviera la cámara sobre él o
no”, recuerda en la entrevista. “Siempre pensé que actuar debería ser como un
documental, que deberías sentir lo que sea que estés sintiendo, lo que creas
que le está pasando al personaje en ese momento”, añade.
Pero Phoenix y De Niro apenas hablaron en el set, apunta Vanity
Fair. En parte, cuentan, por métodos de actuación semejantes y
supersticiones artísticas. “No me gustaba hablar con él en el set”, le reconoce
Phoenix al periodista de la revista estadounidense. “El primer día nos dijimos
‘buenos días’ y más allá de eso no sé si hablamos mucho. Su personaje y el mío
no necesitábamos hablar de nada. Sólo decimos ‘haz tu trabajo’ y son los
personajes los que se relacionan. Lo hace más simple, no había razón para hablar”,
afirma.
Vanity Fair revela una anécdota sabrosa: durante el rodaje ambos tuvieron
desavenencias sobre el método de trabajo. Antes de filmar sus escenas, De Niro
quería que el elenco leyera el guión, una práctica que para él resulta estándar
y lo mínimo. Pero a Phoenix no le gusta hacer lecturas y parte de su método es
“dejar que suceda”. En la revista, el director Todd Phillips recuerda: “Bob
(Robert de Niro) me llamó y me dijo: ‘Dile que es actor y que debe estar allí,
me gusta escuchar toda la película y todos vamos a entrar en una habitación y sólo
vamos a leerla’. Estaba en una posición incómoda, porque voy donde Joaquin y me
dice: ‘No hay manera de que haga una lectura’. Bob me dice: ‘Hago lecturas
antes de disparar, eso es lo que hacemos los actores’”.
Finalmente, en las oficinas de la productora de De Niro en Manhattan,
Phoenix murmuró de mala gana el guión y luego se fue a fumar a un rincón. De
Niro lo invitó a su oficina, en un piso diferente, para poder hablar, pero
Phoenix no quiso. “Está frente a Bob y dice: ‘No puedo, tengo que irme a mi
casa”, recuerda el director Todd Phillips a la revista, “porque se sintió
enfermo después de esa lectura, no le gustó hacerla”. Phillips dice que le
insistió a Phoenix para que hablara con De Niro y terminó aceptando,
nuevamente, de mala gana. Luego de conversar algunos problemas menores, De Niro
le tomó la cara a Joaquin Phoenix con sus manos y lo besó en la mejilla. “Fue
tan hermoso”, recuerda Phillips.
Su rol del Guasón va en la línea de varios personajes que Phoenix ha
interpretado en su carrera. En Nunca estarás a salvo personificó
a un dañado sicario que mata a hombres millonarios que violan a niñas menores
de edad golpeándolas con un martillo; en Her era un depresivo
solitario que se enamora del sistema operativo de su computadora; en The
Master fue un devoto desquiciado de un líder religioso; en Todo
por ella fue un adolescente obsesionado y dispuesto a matar por amor;
y en I’m still here le hizo creer al mundo entero que
abandonaba la actuación para dedicarse al rap, dejándose una frondosa barba y
dando entrevistas como a David Letterman, donde lucía drogado y alcohólico,
aunque tiempo después contaría que todo era una farsa para un documental
dirigido por su excuñado, Casey Affleck, con quien no habla hace al menos
cuatro años, confiesa en la publicación.
“Desde chico tuve alergia a cosas de niños frívolos y sin sentido”, dice
Phoenix en la entrevista, para explicar los roles que elige. “Así fue desde una
edad extremadamente joven. Y no sé por qué. Estoy seguro de que quieres alguna
explicación freudiana, tal vez la hay”, le dice el actor al periodista de Vanity
Fair, siempre en el filo de la broma y la seriedad.
El recuerdo de River
Hasta hace no tanto tiempo, Joaquin Phoenix era llamado “el segundo
Phoenix más famoso”, refiriéndose a su hermano River (Cuenta conmigo, La
costa mosquito, Indiana Jones y la última cruzada, Mi
mundo privado), uno de los iconos de la generación X y que murió a los 23
años afuera del bar The viper room, de propiedad de Johnny Depp. El actor, que
había sido nominado al Oscar y ganado la Copa Volpi a Mejor Actor en el
Festival de Venecia, estaba pronto a filmar Entrevista con un vampiro cuando
un cóctel de drogas conocido como speedball —mezcla líquida de cocaína y
heroína— lo mató la noche del 31 de octubre, mientras estaba con su novia
Samantha Mathis, con sus hermanos Joaquin y Rain, además de Flea, uno de sus
mejores amigos y bajista de Red Hot Chili Peppers.
Fue Joaquin, por entonces de 19 años, quien llamó al 911, en un llamado
que luego se hizo público en todos los medios y que era trágico. “Está teniendo
espasmos, en la calle Sunset y Larrabee. Por favor, vengan aquí. Creo que ha
tomado Valium o algo así, no lo sé. ¡Por favor! ¡Se está muriendo! ¡Por
favor!”.
Hoy, dice el artículo de Vanity Fair, el recuerdo de su
hermano River se ha desvanecido para buena parte de la gente, pero no tanto
para Joaquin, quien debe enfrentar de tanto en tanto preguntas de los
periodistas sobre él. En uno de los varios encuentros del periodista de Vanity
Fair con el actor de Gladiador, el intérprete viene de
practicar karate y le habla de las bondades de la crioterapia, donde el cuerpo
es expuesto a temperaturas bajo cero. En ese momento, el cronista le recuerda
cuando en 1991, a la revista Details, River Phoenix aseguró que perdió
su virginidad a los cuatro años, en la secta donde vivía con su familia.
“¿Realmente crees eso?”, le pregunta Joaquin Phoenix al periodista de Vanity
Fair. “Fue una broma completa. Sólo estaba jodiendo a la prensa. Fue
literalmente una broma, porque estaba muy cansado de que la prensa le hiciera
preguntas ridículas”, afirma.
“Mis padres nunca fueron negligentes”, dice Joaquin Phoenix a la
revista. Cuando vivían en Venezuela, recibieron una carta del líder de la secta
describiendo una nueva práctica para atraer fieles usando el sexo. “Recibieron
una carta, o como sea que vino, alguna sugerencia de eso y dijeron ‘a la
mierda, nos vamos de aquí’”, relata el actor. “Creo que eran idealistas y
creían que estaban con un grupo que compartía sus creencias y valores. Creo que
probablemente estaban buscando seguridad y familia. Dejar un país que había
asesinado a un presidente y a varios líderes de derechos civiles en pocos años,
lo cual es muy difícil de entender, ¿no?”, dice con ironía.
Luego de que la familia regresó a Estados Unidos, River y Rain
participaron en concursos de talentos y llamaron la atención. La madre
consiguió un trabajo para un ejecutivo de NBC y conoció a una agente infantil:
comenzaron los comerciales (menos de comida rápida) y castings. Joaquin partió
en algunas cintas menores bajo el nombre de Leaf. En Vanity Fair recuerdan
que River Phoenix, tras rodar Mi mundo privado, de Gus Van Sant,
comenzó a darle clases particulares de cine a Joaquin. “Mi hermano llegó a casa
y dijo: ‘Necesitamos ver esta película llamada El toro salvaje’. Y
yo dije: ‘¿Qué?’. Antes de eso vi las comedias de Woody Allen”. No mucho
después, recuerda Joaquin en la entrevista, su hermano River hizo una
predicción extraña:
“Me sugirió que cambiara de nombre (nuevamente a Joaquin) y luego, no
sé, de seis meses, estábamos en Florida, en la cocina, y él dijo: ‘Vas a ser un
actor y serás más conocido que yo’. Mi madre y yo nos miramos con cara de ‘¿qué
diablos está hablando?’. No sé por qué dijo eso o qué sabía de mí mi hermano.
No había estado actuando en absoluto. Pero también lo dijo con cierto peso, con
un conocimiento que me parecía tan absurdo en ese momento, pero por supuesta
ahora, en retrospectiva, piensas: ‘¿Cómo
Tan sensible como cualquiera
En la larga entrevista con Vanity Fair, Joaquin Phoenix dice
que él y sus hermanos no eran asiduos a clubes como Viper Room, muy de moda en
1993. “No creo que fuera típico. Para ser honesto, no creo que fuera realmente
(asiduo), no creo que sea lo que él hubiera querido hacer con su noche (cuando
murió). Justo antes de eso, pasó tiempo solo tocándome nuevas canciones que había
escrito”, recuerda el actor, quien tras la muerte de River, se fue con su
familia por largo tiempo a Costa Rica, para escapar de los medios. Hasta que la
madre y Joaquin volaron a Nueva York para un casting en una película de Gus Van
Sant, que terminó siendo Todo por un sueño, con Nicole Kidman como
protagonista y que significó el despegue de Joaquin, con elogiosas críticas que
lo apuntaban como revelación. Era 1995. “Tan pronto lo vi, comencé a llorar”,
dice Van Sant a Vanity Fair. “No me di cuenta de que eso sucedería, pero
fue bastante triste”, recuerda el mismo director de Mi mundo privado.
Phoenix recuerda también en la nota los tiempos post muerte de su
hermano mayor. “Debido a que salí públicamente como actor en ese momento, de
repente me enfrenté a tener que hablar sobre algo que ya era muy público, en la
esfera pública, donde estás en una entrevista de cinco minutos. Sentí un
‘bueno, no estoy seguro de que este sea el lugar correcto (para hablar de su
hermano) y se siente poco sincero al hablar de esto y puedo escuchar en tu voz
que estás tratando de sonar como alguien a quien realmente le importa, pero
seamos francos sobre lo que está sucediendo aquí’. Era más fácil decir ‘fuck’
que explicarlo”, dice en la entrevista. Y cuenta que este año, para el nuevo
aniversario de la muerte de River, su hermana Rain lanzará un álbum
llamado River, que incluye un dúo con Michael Stipe, vocalista de
R.E.M. y otro amigo cercano de River Phoenix.
“Soy tan sensible como cualquier
hijo de p…”, le responde el actor a la revista, en uno de los encuentros con al
periodista de Vanity Fair, quien fue hasta su bungalow —“de estilo
misionero”, apunta—, en una carretera de Hollywood Hills, y describe cómo el
actor cocina una olla de papas para sus dos perros veganos, Oskar y Soda, este
último una mezcla de pitbull que rescató de la eutanasia hace 13 años y que es
alérgica a la luz de sol directo. La revista cuenta que el actor le compró un
traje especialmente hecho para ir a la playa. “Se ve tan malditamente genial,
pero no le gusta”, dice Joaquin, lamentándose y más cercano de lo habitual con
un periodista.
Vanity Fair cuenta que el tres veces nominado al Oscar vive con Rooney Mara
(“Obviamente es una parte para la que nací”, dice el actor sobre su relación
con ella, en la única frase que dirá al respecto en la entrevista). Pero el
periodista cuenta que el actor estaba convencido de que ella lo despreciaba
durante el rodaje de Her, hasta que se dio cuenta que Mara era
tímida y que en realidad también le gustaba. “Ella es la única chica que he
buscado en internet”, dice Phoenix. “Solo éramos amigos por mail. Nunca había
hecho eso. Nunca busqué a una chica en la web”, agrega, dando luces de una
relación que prontamente se convertirá en matrimonio. En la hora más feliz de
Joaquin Phoenix y temprano favorito a llevarse su primer Oscar.
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