La sal de tu cuerpo

Ha explotado el verano por estas latitudes lo que significa que nuevamente la transmutación hace gala, honor, a los ciclos de la existencia.
Aquello que era viejo se ha marchito, y aquello por nacer ya ha nacido o queda pronto para hacerlo, lo que vendrá dejará de ser una posibilidad y aquello que nos preocupaba, suele tomar una licencia junto al nosotros.

Solemos, retomar un suspiro que permaneció desvanecido en nuestro interior por un aletargado tiempo, y por momentos, nos volvemos etéreos, como los sueños, y comenzamos a andar en un especie de ensueño y sentimos una tibia ola de misticismo que nos anhela, nos alcanza para convertirnos en algo nuevo, diferente y sin embargo siendo siempre como lo mismo.

El Amor no existe si este se convierte en un veneno, en una cárcel. Eso no es Amor, es temor, el Amor expande, es una explosión cósmica que todo lo transforma. Podría sintetizar para no irme en palabras. Amor es Dios, muy a pesar de los ateos que si se dejan de estupideces, se darán cuenta que nosotros somos apenas una nimiedad en el vasto Universo que nos convoca.

Nosotros, el otro, apenas es una excusa irreprochable, como un nodo, una puerta que se nos abre hacia la transformación de todas las cosas, donde la lógica y la razón se derriten y dan lugar a una cosa mucho mas profunda que nos vincula, nos hermana con todas las cosas pero intentar retener aquella excusa cósmica que nos despierta el otro, significa, querer detener al mundo en primavera y como comprenderás, eso es imposible.

Claro, seguramente, pensarás que absorbido por una urbe atónitamente gris, bajo los recetarios de los días o en la calma necrológica/mente en cuotas de nuestros terapeutas, que esto no pasa de palabras bonitas. Puede ser. Puede ser también que sea acaso una ilusión de mi propio interior, de mi yo, y que tu, tengas razón y que no sea esto mas que una fiebre apetitosa de consumo bajo rótulos de confort que intentará saciar el vacío agónico de esa tristeza estúpida que te consume enfermizamente.

Luego, yo, para ti, seré un sacrílego, si bebo de tu boca todos los suspiros, si lamo todo tu cuerpo recostado sobre el marco azul de esta puerta dorada. Luego, aún cuando me hayas regalado todas tus mareas, y hayas bebido bien tu de mi, cuando tomes conciencia nuevamente de la conciencia, será a mi quien incineren en la hoguera de la inquisición acusado por tu dedo y tu miedo aterrador a sentir la Libertad para lo que fuimos convocados.

Asumo el riesgo, porque se, que Dios, la Vida, el Universo está en el instante de eternidad de la sal de tu piel y la humedad de tu desmayos.

NICE DAY.