La derrota como desdicha.

Muchas veces pensamos que somos el centro del universo, que nuestros deseos, nuestras necesidades tienen que ser cumplidas, y como de hecho no necesariamente es así, entramos en una contradicción profunda que no hace otra cosa, que ensimismarnos, y volver todo si se quiere, más negro, más caótico. (Nota: Si vas para adentro, el Universo se achica, si vas hacia el Cielo, el Universo se expande)

Nunca nadie trasciende ciertas cosas que nos agobian. Ni siquiera los Maestros de cada quien, pongámosle el nombre que corresponda, han escapado a la voracidad de nuestra naturaleza inquisidora de los deseos, entre otras tan conocidas, estadísticamente hablando, “cosas” que al parecer, son parte de nuestra naturaleza humana.

Podemos encontrar si, otras tantas personas que siempre han intentado dejar señales para hacer de todo esto, una experiencia…diferente. Maestros, y no necesariamente uno se refiere con esto a títulos, o los establecidos solamente por cada cultura, y ni siquiera solamente, a la síntesis de las dos, o tres culturas reinantes en el Mundo este, tan nuestro y de hoy que vivimos todos.

Hay también, embusteros que no hacen otra cosa, que sacar provecho de nuestras necesidades, pero incluso estos, forman parte de esta gran alquimia misteriosa que nos envuelve a todos y nos empapa de sensaciones las veinticuatro horas del día, los siete días a la semana.

Solemos culpabilizar al otro, y no reparar en un análisis similar a nosotros mismos y justificándonos, navegamos a la deriva con nuestro horizonte bajo, apagado, o como decíamos, ensimismado en un mundo que no va más allá, de unos escasos centímetros de la punta de nuestros dedos anulares, extendidos los brazos a nuestro costado dibujando horizontes.

Somos especiales, únicos, irrepetibles y todo lo que sientas, pienses y vivas, esta haciendo de esta realidad, la realidad, aunque te parezca mentira y no salgamos en los noticieros, como en Bagdad, o a lo sumo en los programas de mierda que solemos mirar, cuando miramos, la basura catódica.

Nadie nos va a Amar como queramos que nos Amen, ni nadie es una extensión pura de nuestros deseos, ni la Vida tampoco a de ser como creemos que tiene que ser, y sin embargo, vaya paradoja, también es así, porque cada uno de nosotros, compone la realidad.

Es verdad, un niño negro muere de miseria y violencia en cualquier lugar de Africa, como cualquier bomba o bala atravesará siempre la misericordiosa ignorancia de un mundo en Paz, en medio Oriente, petrolero y gasífero.

Siempre habrá una traición a vuestro derredor, y sentiremos siempre el dolor, de saber que ninguna felicidad es eterna, como no lo es también, el dolor que hablábamos, y entonces que? Que queda?

Sencillamente la Vida, la experiencia. Nada podemos hacer si solemos repetir una y otra vez, las cosas que nos duelen, salvo que en alguna oportunidad, nos demos cuenta de algo y podamos no revertir, sino equilibrar, nuestras emociones, tanto como signifique que el fuego no nos incendie, ni que el hielo nos petrifique. Porque tanto uno, lleva a lo otro.

Disculpas, pero he estado los últimos días “enfermo”, quizás no sean más que lucubraciones personales, que atravieso sintiéndome en este estado. Me encantan lo que me escriben, los leo siempre, claro que si, y sepan que tarde, si, pero les contesto a todos.

Aunque les "rechine" los dientes, los quiero a todos.

NICE DAY