The MARX and "ventilador"

Es inevitable gracias a Dios, la llegada de las estaciones y por estas costas, el verano nos anticipa su presencia, con lamidas de noches frescas y atardeceres soñados.

Por alguna razón que no vale explicar porque uno la descubre recien, la naturaleza de los cambios a operado en cada uno de nosotros, y con una notable incandescente soberbia, ninguneamos toda posible tableta de expansión, así, al tipo Matrix que puede operar.

Cada uno de nosotros sabe lo que a sido Vivir todo este oscuro túnel de los cambios tan anunciados y uno, no es que juegue de Profeta pero decid vosotros si algo de lo acontecido, no fue dicho de alguna manera, con anterioridad mencionado, o acaso, en el fuero íntimo de tu sentir, ya lo sabías.

Nos oscurecemos, nos desgastamos en la fricción de la nada, porque ya no es tiempo, sino, aconteceres.
Como tontos unos, nos venden la posibilidad de trascender la mortalidad, o a lo sumo, conservarte estéticamente bien, mantenido químicamente, para reproducir una Vida de desdicha y encadenamiento, a un consumo espurio e inútil, porque también todos sabemos en el fuero más íntimo, que la eternidad es la trascendencia de nuestra conciencia del yo, hoy…y nada más.

Muchas veces mi discurso se convierte en caótico, e intenté mucho tiempo poder hacer entender, que detrás de todo gran dolor, acecha una pena y a lo sumo, algunas alegrías, pero que todo pasa, y vuelve, hasta que descubras que el ventilador, no es más, que la artificiosa voluntad de nuestro ideario, para trasladar, lo que existe y habita a no muchos quilómetros de donde te encontráis vos, ahora y quizás, pero es poco provable, que se encuentre justo, donde estás vos ahora...Viviendo.

Una miel pegajosa, se nos desprende, y una nueva se nos adhiere, no vemos con claridad, y como cucarachas, nos destruimos unos a otros, pero como podrás comprender, esto también te lo sabés y así podríamos seguir para la desdicha de uno, y la sordera del otro.

Muchas veces me pregunto…si vale la pena muchas cosas, si no vale mejor la pena, que lanzarse inconsciente por las avenidas de la mente, y acelerar en cada esquina que diga “precaución”, escena ya vivida, “presione setup para cambiar” que morir en el intento de ser lo que se siente y no un aguafiestas, un represor, un lascivo cosmopolita que juega a ser una ficción y se pierde también como todos, pero inconciente de la Nada, inconsciente de lo que sentís vos. Un iracundo egoísta que se lame sus heridas, y solo sabe deborar la esencia del otro, no para que lo alimente, sino solo por un “por las dudas”…y aferrarse a una imagen…sugerida, enchufada desde una digitalizada y cosmopolíta agonía. Una interfaz, del equinoxio de tu cordura, derritiendose como el chocolate, sobre tus manos.

Y cada vez, me convenzo más, que es mucho mejor sentir, sentirte, dejarse sentir en la intimidad y mirar la luna y callar, solo a medias.
Esperar que cumplas con tu rol, de mujer infiel, insatisfecha y precursora de tus propios derechos de avanzada, mientras destruís al mundo a tu paso, porque te destruís, vos misma.
Tus ojos, son el faro de tu comprensión, y tu lengua, la paleta que suplanta la televisión galvanizada de erotismo, porque navegás en el dolor, de escuchar a otros lo que tenés que escuchar de vos mismo y ojo, que esto lo escribo sobre las entrañas, porque esto es para ti, y no es para ti…porque de alguna manera tu, somos todos, y soy yo también.

Bueh…

NICE DAY.

NOTA: Foto de Luis Buñuel