SAN
JUAN DE LA CRUZ
NOCHE
OSCURA
QUINCUAGESIMOSEXTA
ENTREGA
LIBRO SEGUNDO
DE LA NOCHE OSCURA,
TRÁTASE DE LA MÁS ÍNTIMA PURGACIÓN, QUE ES LA SEGUNDA NOCHE (PASIVA) DEL
ESPÍRITU.
CAPÍTULO 16 (3)
Pónese
el primer verso y explícase cómo, yendo el alma a oscura, va segura.
12 / ¡Oh mísera suerte
de vida, donde con tanto peligro se vive y con tanta dificultad la verdad se
conoce! Pues lo más claro y verdadero nos es más oscuro y dudoso, y por eso
huimos de ello, siendo lo que más nos conviene; y lo que más luce y llena
nuestro ojo lo abrazamos y vamos tras de ello, siendo lo que peor nos está y lo
que a cada paso nos hace dar de ojos.
¡En cuánto peligro y temor vive el hombre, pues la misma lumbre de sus
ojos natural, con la que se ha de guiar, es la primera que le encandila y
engaña para ir a Dios, y que, si ha de acertar a ver por dónde va, tenga
necesidad de llevar cerrados los ojos y de ir a oscuras para ir seguro de los
enemigos domésticos de su casa, que son sus sentidos y potencias!
13 / Bien está, pues,
el alma aquí escondida y amparada,
aquí, en esta agua tenebrosa, que
está cerca de Dios, porque, así como al mismo Dios sirve de tabernáculo y morada, le servirá, ni más ni menos, al
alma de otro tanto, y de amparo perfecto y seguridad (aunque a ella en
tinieblas), en que está escondida y amparada de sí misma y de todos los daños
de criaturas, como habemos dicho. Porque de los tales se entiende lo que
también David dice en otro salmo, diciendo: Esconderlos
has en el escondrijo de tu rostro de la turbación de los hombres; ampararlos
has en tu tabernáculo de la contradicción de las lenguas (Ps. 30,21). En lo
cual se entiende toda manera de amparo; porque estar escondidos en el rostro de Dios de la turbación de los hombres, es
estar fortalecidos en esta oscura contemplación contra todas las ocasiones que
de parte de los hombres les puedan sobrevenir; y con estar amparados en su tabernáculo de la contradicción de las lenguas, estar
en el agua engolfada en esta agua
tenebrosa, que es el tabernáculo que
habemos dicho de David, donde, por tener el alma todos los apetitos y
afecciones destetados y las potencias oscurecidas, está libre de todas las
imperfecciones que contradicen al espíritu, así de su misma carne como de las
demás criaturas. De donde esta alma bien puede decir que va
a
oscuras y segura.
14 / Hay también otra
causa no menos eficaz que la pasada para acabar bien de entender que esta tal
alma va segura a oscuras, y es por la
fortaleza que esta oscura, penosa y tenebrosa agua de Dios, desde luego, pone
en el alma. Que, en fin, aunque es tenebrosa, es agua, y por no ha de dejar de
reficionar y fortalecer al alma en lo que más le conviene, aunque a oscuras y
penosamente; porque, desde luego, ve el alma en sí una determinada
determinación y eficacia de no hacer cosa que entienda ser ofensa de Dios, ni
dejar de hacer lo que le parece cosa de su servicio. Porque aquel amor oscuro
se le apega con un muy vigilante cuidado y solicitud interior de qué hará o qué
dejará por Él para contentarle, mirando y dando mil vueltas si ha sido causa de
enojarle. Y todo esto con mucho más cuidado y solicitud que antes, como arriba
queda dicho en lo de las ansias de amor. Porque aquí todos los apetitos
naturales y fuerzas y potencias del alma están recogidas de todas las demás
cosas, empleando su conato y fuerza sólo en obsequio de su Dios.
De esta manera sale el
alma de sí misma y de todas las cosas criadas a la dulce y deleitosa unión de
amor de Dios,
a
oscuras y segura
por
la secreta escala, disfrazada.
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