MICHAEL HARRIS
“LA SOLITUD, COMO EL BIENESTAR ANÍMICO, PRECISA DE
EJERCICIO DIARIO”
por Rebeca Yanke
(El Mundo / 7-5-2018)
Articulista en distintos medios internacionales, Harris publica en
España su ensayo 'Solitud', una oportunidad para disfrutar del tiempo con uno
mismo
Hay evidencias científicas de que la soledad supone ya mayor amenaza
para la salud que la obesidad. ¿Cómo defender la solitud en este contexto? ¿Y
por qué?
Pienso que la única cura para la
soledad es aprender a estar solo. Intentamos escapar de la soledad
constantemente atendiendo a nuestros dispositivos digitales pero esto aumenta
el problema. Se nos da a entender que pasar tiempo solo es algo vergonzante, o
raro, o algo que necesita ser rellenado por algo externo. Dicho esto, estar
solo con nuestros pensamientos, incluso esperar una ahora después de
despertarnos antes de ponernos online, nos ayuda a adiestrar el cerebro.
Parece que la soledad tenga una doble cara... ¿Deberían los niños
aprender a estar solos? ¿Aburrirse es una oportunidad para imaginar?
Desde luego. Creo que evitar que los
pequeños conozcan la solitud es algo terrible. Permitir que los niños vivan la
soledad como algo familiar les ayuda a crecer y a convertirse en adultos
maduros. Todo niño tiene una intensa vida interior, pero es una vida que debe
ser nutrida, si no... crecemos desdeñándola.
¿Cómo se le puede explicar a una persona que sufre de soledad que ésta
puede ser buena?
El aislamiento social es un gravísimo
problema, hay ansiedad y la sensación de vacío al mismo tiempo. Mientras que la
solitud enriquece y es productiva. No creo que podamos decir que se tratan de
dos caras de la misma moneda. La experiencia de la solitud, como la del
bienestar anímico, precisa de un régimen diario. Debemos ejercitarnos en la
solitud, practicarla cada día.
¿Podría comparar la experiencia de la solitud en diferentes épocas?
¿Cuándo ha brillado más la experiencia de la soledad?
Qué pregunta tan interesante. Si
tuviera que decir una época... quizá algún momento entre el siglo XIX y el
XX... especialmente entre las clases altas. En aquel momento había
oportunidades para la reclusión, y aun no había dispositivos tentadores de
experiencias seudosociales. Naturalmente, esto sucedía únicamente con las
clases muy privilegiadas. La solitud fue un lujo siempre, hasta un determinado
momento.
Me interesa la idea de la soledad como recurso. ¿Es un recurso también
para ser mejores personas?
Sí, pero entendida como solitud, no
como aislamiento. Tu solitud te beneficia. Pero las grandes compañías
tecnológicas quieren sacar beneficio de este recurso, reemplazando tu solitud
con una cultura de la distracción que se traduce en dinero. No hay ningún
dinero en dejar a las personas tranquilas en su solitud.
Menciona en su libro la eusocialidad. ¿Podría detallar el concepto?
La eusocialidad describe especies que
cooperan a través de generaciones y dividen su tarea para crear un super
organismo. Las hormigas y las abejas son ejemplos clásicos. Los humanos tienen
algo de esto, aunque es un asunto polémico. Los humanos nos embarcamos en un
gran número de proyectos y dependemos de otros para sobrevivir.
Afirma en su libro que cada generación tiene una idea de la soledad.
¿Qué idea tienen de ella los milennial?
Pienso que los milennial crecerán
pensando que la soledad es una especie de bien preciado. Estar desconectado se
convertirá en algo propio de ricos y privilegiados.
¿Piensa que caminar, ser un flaneur, es una buena idea de conocernos a
nosotros mismos y a nuestra solitud?
¡Siempre he sido un caminante! Y sí,
la experiencia de flaneur, caminar la ciudad y dejar que ésta te empape es una
manera maravillosa de experimentar la solitud. No es necesario estar en el
bosque. De hecho podemos practicar la solitud en medio de la ciudad. Por
primera vez en la historia de la Humanidad la mayoría de nosotros vivimos en
ciudades así que más vale que aprendamos a estar sanos en ellas.
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